EL GRITO. KRZYK

Año 1981. Marianna (Dorota Stalińska) es una joven ladrona de un barrio marginal de Varsovia que sale de prisión y, con la ayuda de una funcionaria (Ewa Żukowska), empieza a trabajar en una lujosa residencia de ancianos. Allí se está llevando a cabo una inspección. Se sospecha que algunas de las habitaciones están ocupadas ilegalmente por algunos enchufados. Uno de ellos, aparentemente antipático y dominante, es el Sr. Nowicki (Stanisław Igar), llamado «el Viejo», al que cuida Marianna.
Parece que en la vida de la protagonista ha entrado la luz. Abandona la pocilga ocupada por su madre alcohólica y drogadicta (Iga Cembrzyńska) y su amante. Se muda con su nuevo novio, Marek (Krzysztof Pieczyński), un enfermero de la residencia que vive temporalmente en una barraca esperando el piso prometido. Gracias a su relación con Marek, Marianna pasa de ser una vulgar marimacho a una chica agradable y bien arreglada. Lamentablemente, el idilio no dura mucho. La pareja no tiene dinero para el piso que le asignaron a Marek. Tras una violenta discusión con Nowicki, Marianna decide impartir justicia…

«El grito es una película fuerte, oscura, llena de tensión, sensacional en su forma de narración y al mismo tiempo contada en un tono muy emotivo que se transmite al público. Y ya sean positivas o negativas las reacciones de los espectadores, Barbara Sass no ha dejado de respetar la vieja regla del cine: sobre todo, no ser aburrido», escribió uno de los críticos tras el estreno de la película. El film está determinado principalmente por el excelente papel de Dorota Stalińska, la actriz favorita de Barbara Sass durante muchos años. Es un retrato psicológicamente matizado de una chica vulgar, luchadora y fuerte en las realidades del inframundo, pero sorprendentemente indefensa y perdida en el mundo de la gente normal que no está contaminada por un pasado criminal o una educación en una familia patológica. La sorpresa de la película es también el memorable cameo de Iga Cembrzyńska en el papel de la madre borracha y perturbada por la heroína. Destacan también las penetrantes observaciones, no sólo de la psique humana, sino también de la moral de las zonas prohibidas de la capital.

1983 Festival Internacional de Cine de San Sebastián – Premio CAALA, Premio CAALA – Dorota Stalińska, Premio CIDALC – Dorota Stalińska