Para entrar a vivir

Una pareja acaba de encontrar la casa de sus sueños. Todo es perfecto hasta que se dan cuenta de que es aún mejor: la casa les da todo lo que piden. Pero ¿necesitan todo eso? Pronto se darán cuenta de que, si dejan de pedir, la casa les obliga a hacerlo y si no lo hacen… pueden acabar igual que los antiguos inquilinos.

Para entrar a vivir es una comedia con tintes de terror. Una de mis principales referencias es La semilla del diablo. El estilo podría definirse como si en una película de Shyamalan se hubiera colado Lena Dunham, Judd Apatow y uno de los hermanos Coen. Lo importante, pienso, es mantener esa línea de misterio, a pesar del humor negro. Risas cotidianas, situaciones que estamos acostumbrados a vivir cuando nos mudamos, cuando buscamos una casa nueva y en el día a día, pero contando con que en esa cotidianidad se ha colado algo sobrenatural. Pablo Aragüés